¿En verdad un problema?
La originalidad de la filosofía en Latinoamérica es un tema muy concurrido desde hace ya varias décadas. Primero tendremos que dejar claro lo que es originalidad; originalidad es aquel conjunto de ideas cuyo carácter esencial no reside en alguno ajeno, es decir que su esencia se pueda apresar puramente en una sola erudición. Así pues ya se sabe el significado de originalidad por lo cual entender la filosofía en
L.A es más fácil.
En la cual varios filósofos tales como; Leopoldo Zea, Augusto Salazar Bondy, Samuel Ramos, Juan Bautista Alberdí, C. Bevilacqua, Enrique Dussel, F. González Ochoa, Villoro, Vasconcelos, y Mariategui me proporcionaron a través de una previa lectura una perspectiva ¿ y si no hay originalidad de nuestra filosofía? ¿ Qué pudiésemos hacer?.
En México la filosofía después de la conquista no empieza necesariamente con una filosofía tradicional de los pueblos indígenas sino más bien empieza de cero y a su vez retoma conocimientos europeos, que cabe destacar que subsistieron diferentes arquetipos dignos de asimilación, por ende el acto de asimilar no es lo mismo que imitar, entonces este no es un acto de impugnación sino el retomar sea doctrinas, conocimientos ó que se yo, unívocamente con un designio, el de
REFLEXIONAR.
Para Zea el problema de la originalidad en parte reside en q la “ la historia no la componen los mero hechos, sino la conciencia que se tenga de ella “, que quiere decir Zea con esto, que para que los sucesos puedan llegar a ser parte del pasado, tienen que ser asimilados en la conciencia y lo que necesitaban asimilar era que se vivía una mera situación de pueblos coloniales es decir tanto México como otros países prescindían de sus (ex)colonizadores, carecían de cultura propia o era ya muy escasa, esto se debía a que en el caso de México los Españoles finiquitaron casi toda cultura (incluyendo a la filosofía), es decir su identidad estaba desapareciendo.
Zea dice “Nuestra filosofía aparece como un mal reflejo de la europea”
¿ Por qué menciona eso? : por que no se llevó acabo el proceso de asimilación sino un mero acto de imitación.
Zea hace alusión a que en A.L se empezó a filosofar sobre conceptos de una emancipación de una LIBERTAD, con esto quiero dar a entender que la filosofía es un instrumento a partir del cual somos capaces de entender una realidad en la que se ve involucrado todo aquel que no se entrega al que lo percibe sino al que se singulariza en ella.
Zea al igual que para Dussel dicen “Hay que hacer filosofía sin más”. Esto quiere decir que si se va a filosofar, que prediquen sólo eso y no más que eso.
Para Bondy ésta filosofía es algo inauténtico e imitativo según dice en su libro “¿ Existe una Filosofía en nuestra América?”; por que la vida social alienada que se vivía en esos tiempos produce un pensamiento alienado y además alienante en su función encubridora de la realidad. Bondy relaciona una filosofía relacionada íntimamente con el estado socioeconómico de la sociedad. Aquí podemos apreciar dos diferentes tipos de postura una universalista y otra culturista como la de Zea.
Samuel Ramos siente una especia de “nacionalismo” dice él típica postura de una conciencia de menor-valia, ésta tendencia se dio al resentimiento y el intento de rescate de la cultura y no sólo de la filosofía, en el cual recatadamente se ocultan en tres máscaras dice él.
Otro personaje que quisiera mencionar es Vasconcelos que además de él hablan de una nueva raza; la raza de bronce, ésta llamada así por su carácter pluricultural, es decir no debemos de ver a esta realidad como algo imitativo sino algo nuevo que a partir de modelos importados reflexionemos y crear algo con identidad propia.
Así pues me es bastante claro de la fuerte influencia en A.L filosofía alemana, francesa, iberoamericana, sajona en parte de su filosofar, pero como dijo Vasconcelos no sólo basta con importar modelos filosóficos sino a partir de ellos crear nuevos.
Quisiera concluir la parte informativa con un pequeño texto escrito por Alberdí “Hablan de emancipación, de libertad inteligente, y no tienen una idea que les sea propia; hablan de originalidad, y no son sino trompetas serviles de los nuevos escritores franceses; arrojan corriendo sus propias creencias, en el momento que ven otras contrarias en los nuevos escritores: libres del pasado, esclavos del presente, libertos de Aristóteles, siervos de Lerminier: se ríen de el Maestro lo dijo, de la edad media, mientras que no avanzan un juicio, sin tener un nombre a mano, cobardes que en vez de armas buscan escudos: insolentes como los niños y las mujeres cuando un poder extraño protege su impotencia. Hablan de filosofía y profanan este nombre aplicándole a una pueril chicana de desatinos propios, y medias verdades ajenas. Hablan de historia, y no conocen la de su país. Hablan de religión, y no profesan sino la del amor propio. Hablan del cristianismo, y han estudiado teología por el Citador. “.
A partir de este pequeño texto de índole sarcástica me da a entender el estratagema de las persona
Entonces pues, con el simple hecho de investigar nuestra singularidad como nación basta. Esta singularidad me parece superflua y peligrosa, por que en lugar de interrogarnos ¿ no sería mejor crear, obrar sobre una realidad que no se entrega al que contempla, sino al que es capaz de sumergirse en ella? Lo que nos puede distinguir del resto de los pueblos no es la siempre dudosa originalidad de nuestro carácter nacional sino de nuestras creaciones, y aveces éstas se ven afectadas por aquel sentimiento de inferioridad e incapacidad de análisis y escasez de facultades críticas creía Samuel Ramos.
Con esto quiero expresar mi irrelevancia hacía la originalidad de la filosofía en A.L, por que claro me quedó con investigación que realicé en la gran influencia de sociedades alemanas, francesas e iberoamericanas en cuanto a nuestra manera de filosofar, pero lo más importante no es nuestra originalidad como decía con anterioridad sino nuestra capacidad de creaciones y asimilación frente a cualquier índole doctrinal, es decir seguimos teniendo la amplitud virtual de la sabiduría para fomentar nuestras capacidad de concepción crítica y de creación como fraguadores del saber y a partir de la comprensión y asimilación de un nivel filosófico seremos capaces de innovar de ser creadores para posteriormente ser originales, es decir para mi la innovación precede a la concepción de lo original, y además de la comprensión de este nivel seremos lo suficiente ávidos para comprender nuestra cultura y sociedad, no sólo como una concepción sino como parte de una realidad en la que estamos sumergido y es difícil de emerger y no perderse en ella.
Bibliografía
http://www.bu.edu/wcp/Papers/Lati/LatiRodr.htm
http://ensayo.rom.uga.edu/filosofos/mexico/zea/proceso.htm
http://www.google.com.mx/search?q=cache:xxfesLe-BnkJ:www.unedal.com/FDAL/ramos.htm+samuel+ramos+originalidad+opinion&hl=es&ie=UTF-8
http://www.euram.com.ni/pverdes/Articulos/karlos_navarro.htm
http://ensayo.rom.uga.edu/critica/generales/miranda.htm
http://www.google.com.mx/search?q=cache:gn9mfCD2YyYJ:ensayo.rom.uga.edu/antologia/XIXA/alberdi/alberdi4.htm+juan+bautista+alberd%C3%AD+originalidad+filosofia&hl=es&ie=UTF-8
PAZ, Octavio “El laberinto de la Soledad”, Editorial CFE, México 1986. Pp190
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