viernes, 27 de noviembre de 2015

LA ESTÉTICA EN DELEUZE

LA ESTÉTICA EN DELEUZE


Deleuze, en 1957, con la publicación de Empirismo y Subjetividad, comienza la aventura de producir o crear los conceptos de un nuevo saber que fuera capaz de generar nuevas fuerzas, nuevos caminos o, por decirlo al modo de Sartre, estelas luminosas de valores que actualizaran nuevas posibilidades para la vida. Esta ha sido la tarea de Deleuze en el pulso que su generación mantuvo en favor de la vida contra las fuerzas que la mantienen apresada, que la apartan o separan de lo que puede. Es evidente, por lo demás, la diferencia de aquel tiempo con el nuestro. Pero la posmodernidad o la Ultramodernidad que parece que transitamos presentó desde el principio dos líneas bien opuestas, aquella que se presenta como Lógica cultural del capitalismo avanzado y que se representa bien con el interés que despierta la arquitectura de la ciudad norteamericana de Las Vegas en el manifiesto arquitectónico de Robert Venturi, celebrando la mezcla, el pastiche, la espontaneidad caótica y alegre, con la actitud de un esteticismo frívolo y acrítico, y aquella otra sin duda de mayor interés que aún con paradigmas muy diversos y surcando diferentes campos, mantiene hasta hoy una línea de gran energía y productividad, desde Giovanni Arrighi, Benedict Anderson, o Terry Eagleton, hasta Habermas, Bourdieu o Derrida, para quienes los autores de referencia ya no son Rosa Luxemburgo, o Gramsci, sino la Escuela de Frankfurt o el propio Deleuze. Pero la mayor dificultad en la consecución del objetivo de definir una teoría estética deleuziana estriba en acotar precisamente qué es lo estético para Deleuze, en determinar el concepto deleuziano de estética. La estética tradicionalmente se relaciona con la disciplina de la filosofía y se comprende como el estudio de la belleza, estudio o análisis de la esencia de lo bello. Pero esta definición da muy poca luz en el caso de Deleuze. Es preciso acudir a la crítica de Kant al racionalismo, en concreto a Leibniz, como punto de partida.

Para Leibniz conocer es descubrir lo que está incluido analíticamente en el concepto. Toda diferencia es conceptual, por lo que el análisis del concepto es lo que nos hace conocer la diferencia. Para Kant por el contrario existen determinaciones irreductibles a los conceptos, determinaciones no conceptuales, extraconceptuales, que son espaciotemporales. Y pone como ejemplo las manos. Dos manos siempre son diferentes, aunque se quieran incluir bajo un mismo concepto. Una es derecha y la otra izquierda. No son superponibles, es decir, existe una determinación espacial irreductible al concepto, una diferencia no conceptual. Kant no por azar denominará estética a la operación del conocimiento en la que se sintetizan las determinaciones conceptuales y las espaciotemporales, es decir, a la operación en la que salimos de un concepto lógico para atribuirlo a un espacio y tiempo, para remitirlo a las diferencias espaciotemporales. Ahora bien, es preciso señalar que en Kant el espacio ya no es el orden de coexistencias ni el tiempo el orden de sucesiones, sino que el espacio es una forma bajo la cual nos llega lo que nos es exterior, del mismo modo que el tiempo es una forma de la interioridad. Y todo lo que aparece en el espacio y el tiempo, todo fenómeno, tiene como condición de aparición el yo pienso, el cogito. La armonía o concordia de las facultades del sujeto es la garantía de la justa relación entre lo que aparece y él mismo, entre lo condicionado y la condición, entre el fenómeno y el sentido.

Deleuze acepta la crítica de Kant pero da un paso más: La estética no sólo exige salir del concepto hacia un espacio y tiempo liberados del orden matemático o lógico en tanto que afectos exteriores y devenires internos del sujeto sino que el mismo sujeto se fractura en el tiempo y en el espacio, en el tiempo de la repetición, en el espacio de las diferencias. Ahora, lo exterior o la diferencia es también interno al sujeto, es afecto que nos hace devenir, que nos transforma, a la vez que lo interior o la repetición es exterior al yo en la videncia de un yo que es otro, que es múltiple. Deleuze destituye la unidad del yo como principio fenoménico para proponer como condición al Ser inmanente que se expresa o despliega a través de diferencias y  repeticiones. La estética ahora sólo puede definirse por la operación que liga la sensibilidad a las diferencias de un exterior que es también interno al yo, diferencias como afectos que nos hacen devenir, el devenir animal de Kafka, y a las repeticiones internas por las que salimos fuera de nosotros mismos, la videncia de Proust de un Combray esencial, ni vivido ni recordado sino en estado puro.

El pequeño paso que da Deleuze es un leve aleteo de mariposa que barre como un huracán la bibliografía estética para situarla a la altura de la creación de la modernidad artística, abriendo las puertas de la crítica a los afectos y perceptos, a una sensibilidad no regulada por la razón y el entendimiento, dotando así de un estatuto estético a la pintura de Van Gogh o Bacon, a la escritura de Proust o Kafka, o al cine de Godard.

Sin embargo, un segundo Deleuze viene a trazar otra historia del pensamiento, Otro Deleuze surge del acontecimiento revelador del Mayo del 68, y de la afección del encuentro con otro gran pensador, Félix Guattari. Ahora, Deleuze diseña la síntesis del pensamiento de dos de los grandes críticos de la civilización occidental, Marx y Freud, y el resultado, el primer volumen de Capitalismo y Esquizofrenia, asienta las bases de una psiquiatría materialista que expone consecuentemente la creación estética como clínica social, partiendo de la idea nietzscheana del artista como médico de la civilización. La estética ahora se convierte en teoría de los procesos de salud que el arte en tanto que medicina o clínica es capaz de proponer y emprender ante las enfermedades que asolan las sociedades humanas. El diagnóstico de Deleuze revela como los distintos socius económico políticos encierran la energía deseante en sus formas de organización, bloqueando y subordinando el deseo bajo una doble articulación: la codificación de los lenguajes, y la territorialización de lo visible. De ahí surge el concepto de máquina literaria como máquina de guerra capaz de crear líneas de fuga que creen otros códigos y otros territorios, y el análisis esquizo de la literatura que llevará a la práctica en la segunda parte de Capitalismo y Subjetividad, Mil Mesetas.

Dos principios o concepciones estéticas guían entonces las propuestas que Deleuze refiere a la cultura o a la escritura: la estética como teoría de la sensibilidad, que culmina en teoría del ser de lo sensible, y la estética como clínica, como empresa de salud. Ahora bien, es preciso que estos dos principios estéticos sean puestos a la luz de los proyectos generales de la inversión del Platonismo, de la inversión kantiana, y de lo que sin exactitud me atrevería a llamar aquí la inversión de Marx. Tres proyectos que constituyen el fondo del pensamiento deleuziano y están en el origen de sus ideas estéticas. Relacionar estos conceptos con su origen filosófico supone trazar la Genealogía que permita evaluar el valor de esos dos conceptos, evaluar el valor de esos dos valores.

En primer lugar la inversión del sistema platónico de idea, copia y simulacro, significa poner en pie a los simulacros. Deleuze hace caer la Idea a la superficie, y así la identidad y el modelo resultan derivados y secundarios respecto a la diferencia o el simulacro. Esta inversión se evalúa por sus consecuencias: el estatuto verídico de la narración se falsifica pues todo origen o verdad original es ya copia de copia, o mejor copia de simulacro que finge o se pretende único e irrepetible, la hermeneutica de la presencia se convierte en celebración de la repetición, parodia festiva de teorías y modelos, farsa en la que el sentido deja de habitar la Identidad del sustantivo, y se anula la atribución ontológica de los adjetivos. Sólo el verbo resiste este barrido del lenguaje, infinitivo como cuarta persona del singular que dicta el sentido del acontecimiento del ser de la diferencia y del simulacro.

La inversión del platonismo está en estrecha relación con el proyecto de invertir a Kant. El embudo kantiano que anuda al yo lo fenoménico se invierte para situar la inmanencia del ser anárquico y nómada que se expresa o despliega a través de la diferencia y la repetición en la cima o corona ontológica. Así el yugo que sometía el conocimiento y la sensibilidad a la Representación, a la mera recognición de un sujeto que juzga el fenómeno mediante la identidad, la semejanza, la oposición, la analogía, es desactivado, el tribunal de la razón kantiana cede su sitio a los bailes de la diferencia, a las canciones de la repetición, para un sujeto liberado de la culpa, o del peso de ser siempre él mismo.

Por último en lo que llamo ahora proyecto de inversión de Marx, Deleuze deja caer la sobreestructura sobre la infraestructura y trata la primera como codificación y la segunda como territorialización. En estricto sentido, por tanto, el proyecto filosófico de Deleuze no invierte el orden de la sobreestructura y la infraestructura marxiana sino que hace caer a aquélla sobre un mismo plano de inmanencia en el que ahora se disciernen la codificación y la territorialización, la doble pinza de los agenciamientos de los códigos y los territorios cuyo devenir ya no se somete a la historia de las luchas de las clases sociales sino a los movimientos de desterritorialización y descodificación. Aquí Deleuze y Guattari efectuán un prodigioso análisis del agenciamiento Estado que codifica las formas de la expresión y del contenido, y territorializa las sustancias de la expresión y del contenido, según el paradigma de Hjemslev, pero también de las líneas políticas, sociales, o estrictamente estéticas, de descodificación de la forma de expresión mayor del socius a través de la lengua de las minorías, y de descodificación de las formas del contenido mediante los devenires nómadas, como a su vez de desterritorialización de la forma del contenido axiomático del Estado y del Sujeto mediante las nuevas formas del contenido que articulan las minorías marginales, y de desterritorialización de la sustancia del contenido de los espacios nómadas. Complejo esquema que sintéticamente es análisis de las líneas de control y de las líneas de fuga que surcan los dispositivos de poder.

         De esto trata la genealogía de las ideas estéticas, de la evaluación de los valores estéticos, y de que valen los valores de Platón, Kant, incluso Marx si los dejamos como están, y de los nuevos valores políticos, sociales y estéticos que se crean tras el trabajo inconmensurable de Deleuze para capturar a Platón, Kant y Marx, girarlos, invertirlos, y asentarlos de nuevo para que funcionen de otra forma y sean algo más que la ruina de la deconstrucción. Y de todos los nuevos valores que se generan destaco aquellos que conformarían el programa de una nueva estética que es el fruto más original de esta tesis. La tesis de la tesis: Un programa estético que se desarrolla en cuatro puntos: El desarreglo de los sentidos para sentir y percibir no lo que nos dicta nuestra conciencia intervenida por los dispositivos del poder, o el mero concepto lógico de una representación plana de lo fenoménico, sino justamente la diferencia, el yo autor que es otro, que es múltiple, que es autor de una colectividad, de un pueblo incluso aunque se constate que falta, el tiempo fuera de sus goznes que impulsa la creatividad a algo más que a la estética de repetición para el consumo, y reinventar la vida, en definitiva, desde la creación estética y política para conquistar nuevas condiciones para la vida humana, la única y última praxis de resistencia, el último vértice aún no conquistado por la economía del capital, pensar los nuevos devenires que han de transformar el mundo.

 Una intelección general antihegeliana sobrevuela todo, pues invertir a Platón, Kant, Marx, es además y sobre todo negar a Hegel, arrancar el pensamiento político y estético del delirio del sujeto hegeliano, de su demencial sistema, de su Dios Estado. Quizás por ello este espíritu antihegeliano que recorre se aliena finalmente en el programa estético que bien podría también denominarse manifiesto de una estética antihegeliana. La diferencia frente a la contradicción, el yo múltiple frente al sujeto histórico, la repetición del tiempo o el devenir frente al final de la historia, en definitiva la proclamación de reinventar la vida contra las falsas transformaciones de la dialéctica que dejan indemnes al Sujeto, el Sistema y el Estado. Reinventar la estética para reinventar la izquierda política, y así transformar el mundo y la vida. Finalmente otro manifiesto, esta vez ético o político, implicado en la teoría estética deleuziana, y en el conjunto de su filosofía, que a juicio de Miguel Morey es de cristal, es decir bien labrada pero frágil. No ha de extrañar que la conclusión ética y política esté levantada en una arquitectura cristal, ideas de cristal alucinadas o noctambulas, revolución de cristal que se rompe ante las primeras luces del Alba. Pero también Morey lamenta muy radicalmente como el Berlin de hoy sigue siendo Auscchwitz, es decir, como cualquier ciudad se asemeja a un campo de trabajo, arquitectura para el trabajo y la producción, capos, esclavitud encubierta, miseria. Frente a ello, refulgen el brillo del dinero en la arquitectura de Las Vegas o el cristal de la arquitectura deleuziana por erigir, virtualidad que actúa como farmacon que envenena la Gran Salud que se nos propone, y como puro remedio sin adulterar que nos reconstituye la fe en otro mundo, aire puro para respirar, para no ahogarnos y lanzarnos al vacío a la búsqueda de la arena de la playa que yace debajo del ángel caído sobre los adoquines de París.

Tecnología y economía: una aproximación a la interpretación económica del conocimiento

Tecnología y economía: una aproximación a la interpretación económica del conocimiento 
Dr. Jordi Vilaseca Requena (ONE-IN3)Director de los Estudios de Economía y Empresa
jvilaseca@campus.uoc.es
Pr. Joan Torrent Sellens (ONE-IN3)Profesor de los Estudios de Economía y Empresa
jtorrent@campus.uoc.es
Resumen : El fuerte proceso de innovación tecnológica que han experimentado las economías avanzadas durante los últimos años, conjuntamente con los efectos de la globalización económica y el cambio en los patrones de consumo de los hogares, define una nueva economía, que se caracteriza por una incorporación progresiva de la información y el conocimiento en la estructura del valor añadido, lo que nos permite definir esta situación nueva como la economía del conocimiento. Los avances de la ciencia económica desde esta perspectiva se han concentrado a estudiar la realidad económica del núcleo de la economía del conocimiento, es decir, la industria de la información, y también los efectos, tanto microeconómicos como macroeconómicos, que la economía del conocimiento tiene sobre los agentes y variables económicos fundamentales. Sin embargo, pocos estudios -cabe citar ahora el excelente trabajo de Shapiro y Varian (1999)- han analizado el papel del conocimiento como factor productivo de relevancia creciente en el marco de la teoría económica de la función de producción y, en especial, de la producción en presencia de cambio técnico. Este artículo intenta aportar algunas nociones elementales sobre como se puede inserir el conocimiento en el análisis clásico de la función de producción con cambio técnico. 

1.Introducción
"Basta una lectura rápida de la literatura sobre el crecimiento económico real, o un somero conocimiento de la historia de las economías en crecimiento para indicarnos que nuestros modelos, al poner el acento en la acumulación de factores, han olvidado un elemento fundamental del proceso de crecimiento económico: el cambio tecnológico."

Introducción a las teorías modernas del crecimiento económico , J. Hywell

Durante los últimos años la innovación tecnológica ha cambiado la estructura económica de las economías avanzadas desde varias dimensiones, aunque como principal ventaja se señalan las múltiples sinergias que genera sobre el resto de la economía (OCDE, 1998). En primer lugar, se pueden destacar los cambios sectoriales, derivados de un aumento de la preponderancia de los subsectores intensivos en tecnología. En segundo lugar, además de la propia inversión en I+D, cabe remarcar los cambios en el proceso inversor, derivados de la nueva formación de capital en intangibles, y, en tercer lugar, se puede referenciar los cambios en las relaciones comerciales, resultado del aumento de las interdependencias para el comercio tecnológico, la inversión directa y la colaboración entre empresas. A parte de los importantes cambios generados en la producción, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han cerrado un círculo virtuoso (Greenspan, 1999) desde la demanda. Así, los aumentos de productividad derivados de la inversión tecnológica consolidan nuevos patrones de consumo asociados a la diversificación productiva, lo que en un contexto de inflación baja y aumento de la riqueza retroalimenta el trinomio inversión tecnológica - nueva producción - consumo. Aunque la inversión tecnológica no es una cosa nueva, los economistas hablan de un cambio estructural. ¿Qué elementos se han incorporado al proceso productivo en general y desde la inversión tecnológica en particular para hablar de cambio? Un repaso de la teoría económica del crecimiento nos permitirá tener más elementos de juicio.

Como se ha comentado, la teoría económica del crecimiento hace años que analiza el impacto sobre el crecimiento económico de la tecnología. Sin embargo, teniendo en cuenta la diversidad de los modelos de crecimiento económico de corte neoclásico, a grandes rasgos se puede considerar que tienen una característica común: la consideración que los avances de renta y producción agregadas tienen la causa fundamental en los incrementos de la cantidad de factores productivos (capital y trabajo) utilizados por una economía, lo que no incluye la consideración del cambio técnico como un elemento primordial en la explicación del crecimiento económico.

A partir de las aportaciones de Schmookler (1966) y Mansfield (1968) definimos la tecnología como el "fondo social de conocimiento de las artes industriales" y latasa de progreso tecnológico como "la tasa a la cual aumenta este estock de conocimientos".

La manifestación del cambio tecnológico en progreso técnico se evidencia de varias formas, que se pueden agrupar según los tres grandes grupos siguientes:


Que se produzcan más bienes (outputs) utilizando las mismas cantidades de factores (inputs). O que se pueda obtener la misma cantidad de un bien con cantidades menores de un o más factores.

Que los productos existentes mejoren de calidad.

Que se produzcan bienes completamente nuevos.


Cuando un invento nos dirige a "una nueva técnica para producir un determinado bien que ya existe", definimos la invención de proceso, mientras que un invento que "cambia la forma -entendida en el sentido amplio, no sólo de apariencia- de los bienes ya existentes o genera bienes completamente nuevos" definimos la invención de producto. Una vez un invento "se aplica al conjunto de las actividades económicas", se define la innovación, que puede ser también de proceso o de producto.

En el campo macroeconómico y en el análisis del papel que tiene el cambio técnico en la explicación del crecimiento económico han surgido en los últimos años cuatro preguntas fundamentales:


¿Qué grado de importancia tiene el progreso técnico y tecnológico en la explicación del crecimiento económico?


La respuesta a esta pregunta incorpora una vertiente teórica y una vertiente empírica. Desde el punto de vista teórico el progreso técnico ha tenido un papel marginal en la teoría económica hasta épocas muy recientes. En el análisis clásico solamente Marx, que situó la innovación como característica fundamental en elestudio de las leyes de evolución del capitalismo y en la caída de la tasa de beneficio, y Schumpeter (1952), que mediante su estudio de los racimos de innovación también situó el progreso técnico en el centro del desarrollo capitalista, realizaron aportaciones importantes que, sin embargo, quedaron al margen de las principales corrientes de la teoría económica convencional. A partir de la década de los cincuenta -con el trabajo seminal del Solow-, los economistas recobraron el interés por la importancia del progreso técnico en la explicación del crecimiento económico. En realidad, se ha pasado del hecho que no se considerase la importancia del análisis económico al hecho de ver como un número creciente de autores juzga el progreso técnico como un elemento que impregna la actividad económica.

Schmookler lo identifica como el dominio creciente del hombre sobre la naturalezay Mansfield empieza su famoso manual de la manera siguiente:

"Sin duda, el cambio tecnológico es uno de los determinantes más importantes de la configuración y la evolución de la economía. El cambio tecnológico ha mejorado las condiciones de trabajo, ha permitido la reducción de las horas de trabajo, ha proporcionado un incremento de la producción de bienes nuevos y viejos, y ha aportado muchas dimensiones nuevas a nuestra manera de vivir."

The Economics of Technological Change , E. Mansfield y E. Mansfield( 1968)


En resumen, el estudio de la importancia del progreso técnico en la explicación del crecimiento económico nos interesa desde dos vertientes. En primer lugar, desde la determinación de modelos teóricos que incorporen la importancia de los procesos de innovación y, en segundo lugar, desde el estudio de la adaptación de estos modelos para la investigación empírica del efecto del progreso técnico en el mundo real.


¿Cuál es la causa del progreso técnico? ¿Es exógeno o endógeno al sistema económico?


Si al progreso técnico se le asigna un papel fundamental en la explicación del crecimiento económico, la investigación de las causas se antoja primordial. Sin embargo, una gran parte de los modelos de crecimiento han supuesto que el progreso técnico evolucione a una tasa exógena al sistema. Como señala Nordhaus:

"Aunque en muchas teorías modernas del crecimiento y de los precios se considera que el progreso tecnológico es exógeno, esto ha de interpretarse como una cuestión de conveniencia analítica más que como una afirmación seria relativa al sistema económico."

Invention, Growth and Welfare: A Theoretical Treatment of Technological ChangeW.D. Nordhaus( 1969)


La cuestión de la exogeneidad o endogeneidad del cambio técnico ha sido una de las más discutidas por la macroeconomía del crecimiento durante las últimas décadas. Sin embargo, y como veremos más adelante, parece que los economistas han llegado a un consenso relativo, basado en la incorporación en los modelos neoclásicos de crecimiento económico de las principales aportaciones de la teoría del crecimiento económico endógeno.


¿Como se transforma el cambio tecnológico en progreso técnico real en el ámbito macroeconómico?


Otra de las incógnitas más importantes relativas al progreso técnico es el mecanismo concreto de transmisión mediante el cual el estock creciente de tecnologías se traduce en las diferentes tipologías de progreso técnico citadas anteriormente. En los modelos más simples de crecimiento se considera como algo dado, mientras que en los modelos más avanzados se considera que el mecanismo mediante el cual se incorpora el progreso técnico es el nuevo estockde capital.


Si podemos clasificar el progreso técnico como un ahorrador de trabajo, neutral o ahorrador de capital, ¿existe en la economía una predisposición sistemática a la existencia de una forma determinada de progreso técnico? Y si es así, ¿por qué?


Los intentos de clasificación del progreso técnico han estado motivados por el interés de los efectos que tiene en la distribución de la renta entre capital y trabajo. De hecho, teniendo en cuenta las clasificaciones propuestas, el renovado interés por esta temática proviene del fenómeno que muchas formas de progreso técnico son inconsistentes con los conceptos de crecimiento continuado utilizados en muchos modelos de crecimiento económico. En este sentido, se ha llegado a la conclusión, mediante esta línea de investigación, que el progreso técnico a largo plazo toma una forma en concreto.

Este artículo intenta avanzar en la aproximación a la interpretación económica del conocimiento en el marco de la función de producción con cambio técnico. De esta manera, y después de esta introducción, se pasa revista a cómo la teoría económica ha estudiado tradicionalmente el cambio técnico: en primer lugar, se habla de la tecnología en la función de producción de la economía; en un segundo punto, se avanza en la representación del progreso técnico, y finalmente, en las conclusiones, se incide en los elementos característicos de una función de producción con conocimiento.

2.La tecnología y la producción en la economía
"Hasta que no se supriman las leyes de la termodinámica, yo continuaré relacionando los outpus con los inputs."(P. Samuelson (1966): Rejoinder, Agreements, Disagreements, Doubts and the Case of Induced Harrod-Neutral Technical Change.

The Review of Economics and Statistics , P. Samuelson( 1966)


Es evidente que la cantidad de output producido por una economía está limitada por la oferta disponible de capital y trabajo. Frecuentemente, este tipo de relación se expresa a partir de una función de producción agregada del tipo siguiente:


Esta relación establece que la producción agregada (Y) es una función de las cantidades de capital (K) y de trabajo (L). Aunque las críticas a la existencia de una función de producción agregada -que integra el conjunto de funciones de producción microeconómicas- han sido importantes, la interpretación más frecuente de esta función es la siguiente: el flujo máximo de producción, asociado a cantidades determinadas de capital y trabajo. Esta función de producción agregada puede tener dos formas funcionales: la forma de coeficiente fijos (2.1) y la forma continua (2.2). 
2.1.La función de producción agregada y los coeficientes fijos
Esta forma de relación de producción agregada considera que el output (Y) se determina en proporción directa a las cantidades de trabajo y capital. De este hecho se deriva que Y = K/v o L/u, donde v y u son constantes. Esta forma funcional implica básicamente que, dado un estock de capital determinado, sólo se puede generar un y solamente un flujo de producción. De la misma manera, dado un estock de trabajo determinado, sólo se podrá generar un y solamente un flujo de producción. Es decir:


Por ejemplo, cuando L/u es el mínimo de la ecuación (II), la cantidad de output Y se determina por L/u y las necesidades de capital por vY. Así, la forma funcional de esta ecuación permite o bien que una cantidad de capital o bien alguna cantidad de trabajo reste desaprovechada. Además, esta función de producción se basa en un tipo de tecnología que implica la inexistencia de substitución entre capital y trabajo para la generación de Y.

De hecho, si continuamos con el ejemplo anterior, dada una cierta cantidad mínima de trabajo (L), ésta sólo nos puede dirigir a un único flujo de output (Y), aunque en la economía haya más capital (K) disponible. Esta forma funcional de función de producción agregada se representa en la figura 1, donde el punto Y* indica la única combinación de K y L que se puede utilizar para obtener una cantidad determinada de producto, Y*. Si se dispone de más trabajo, por ejemplo , entonces la cantidad  es redundante y no se utilizará para la producción. De la misma manera, si se dispone de más capital, por ejemplo , entonces la cantidad  es también redundante. De esta manera, la única forma de obtener variaciones de producción es mediante una expansión o contracción a lo largo de la trayectoria OZ, en la cual las cantidades de trabajo y capital mantienen la misma proporción.


2.2.La función de producción agregada continua
A diferencia de la función con coeficientes fijos, esta forma funcional permitesubstituir capital por trabajo en la producción de output. De esta manera se puede producir una determinada cantidad de output (Y*) utilizando varias combinaciones de capital y trabajo. Las posibilidades de substitución se pueden representar tal como se expresa en la figura 2. En esta figura la curva AB -que en el contexto microeconómico se define como isocuanta- indica las diferentes combinaciones posibles de capital y de trabajo agregados que pueden producir un flujo fijo de renta o producto nacional, Y*. Por ejemplo, dentro de esta curva, el punto A representa un nivel de output realizado con una gran cantidad de trabajo y una pequeña cantidad de capital. Este punto es equivalente al punto B en la producción de Y*, aunqueB representa una cantidad relativamente pequeña de trabajo con relación al capital. La dinámica de esta función se establece cuando una tecnología nos permite utilizar las combinaciones de capital y trabajo más eficientemente y, por lo tanto, la producción se mueve hacia la curva A' B'.


La forma continua de la función de producción agregada nos permite analizar el efecto sobre la producción agregada de un incremento marginal en el capital o el trabajo. Así, definimos el producto marginal del trabajo como el producto adicional generado por un aumento en la fuerza de trabajo, manteniéndose constante el estock de capital. De la misma manera, elproducto marginal del capital es el producto adicional generado por un aumento en el estock de capital, ceteris paribus la fuerza de trabajo. Más concretamente, el producto marginal del trabajo es la tasa de cambio del producto (Y), en relación con una variación del trabajo (L). Matemáticamente, el producto marginal del trabajo es la derivada parcial del producto con relación al trabajo, o sea , mientras que el producto marginal del capital es la derivada parcial del producto con relación al capital, o sea .

Atendiendo a la continuidad de la función de producción se pueden establecer un conjunto de hipótesis sobre ésta: 
2.2.1.Productos marginales positivos
Los productos marginales del capital y el trabajo son positivos. De esta manera, un incremento en el capital o en el trabajo siemprehará crecer el flujo de producción. En términos matemáticos:

2.2.2.Productividad marginal decreciente
Aunque cualquier aumento en el capital o en el trabajo genera un incremento en el flujo de producción, los aumentos sucesivos en la dotación de inputs producen aumentos decrecientes en este flujo. Dicho de otra manera, la tasa de cambio de la tasa de cambio -o lo que es lo mismo, la segunda derivada- con relación a una variación del capital o del trabajo es negativa.


Esta hipótesis se corresponde con el concepto de rendimientos decrecientes de un factor cuando los restantes se mantienen constantes, hipótesis que en nuestra función continua de producción se da para cualquier nivel de producción. 
2.2.3.Rendimientos constantes a escala
Una función de producción es linealmente homogénea, es decir, está sujeta a rendimientos constantes a escala si multiplicando el capital y el trabajo por un número positivo, el producto obtenido queda multiplicado por el mismo número. Es decir:


Por ejemplo, si duplicamos el estock de capital y trabajo de una economía, el flujo de producción agregado también se duplica. Por tanto, esta hipótesis nos dice que la función de producción agregada es linealmente homogénea. Es importante destacar que esta hipótesis no es incompatible con la ley de rendimientos decrecientes. De hecho, los rendimientos decrecientes se refieren a una situación en la cual la productividad marginal de un factor decrece cuando la cantidad del factor utilizado aumenta al mismo tiempo que se mantiene constante la cantidad de los otros factores. Los rendimientos constantes a escala se refieren al caso en el cual todos los factores aumentan en la misma proporción.

La hipótesis de rendimientos constantes a escala permite realizar una simplificación importante y substancial de la función de producción agregada, ya que se puede expresar de forma intensiva, es decir, por trabajador. De hecho, dada una función de producción agregada con rendimientos constantes a escala, Y = F(K, L) , si sabemos que al multiplicar K y L por un número , entonces Y quedará multiplicada por el mismo número, si hacemos  = 1/L, obtenemos:


La expresión (VI) simplemente nos dice que el producto por trabajador depende del capital por trabajador o relación capital-trabajo (K/L), que también se puede expresar de la manera siguiente:


La expresión (VII) es la función de producción agregada por trabajador, que se constituye en el elemento básico de muchos modelos de crecimiento económico. Con una hipótesis adicional ya estaremos en condiciones de representación. 
2.2.4.Sin factores no hay producción
Si no se utiliza capital o trabajo no se puede producir ninguna cantidad de producto. En términos de nuestras ecuaciones, dado y =f(k) , si k = 0 entonces y = 0. 
A partir de las cuatro hipótesis establecidas la función de producción agregada se puede representar gráficamente (véase la figura 3). De esta manera, cada punto de la curva f(k) representa la cantidad de output por trabajador producida por la dotación de input capital por trabajador. Si la fuerza de trabajo se mantiene constante, la relación entre input y output puede igualarse a 1 mediante la utilización de unidades apropiadas, lo que nos permite representar la relación entre el producto total y el capital agregado. Las hipótesis tercera y cuarta nos aseguran que la curva f(K)parte del origen. La hipótesis primera asegura que la pendiente de la curva es positiva, mientras que la hipótesis segunda nos permite afirmar que la pendiente disminuye a medida que aumenta la dotación de input utilizada. Esta representación simple de las posibilidades de producción y de la tecnología de una economía ha sido muy utilizada en los modelos de crecimiento económico.


3.La representación del progreso técnico
Una vez definidas las principales características conceptuales del cambio técnico y la interpretación por parte de la teoría económica, en este apartado abordamos la representación de éste en los modelos de crecimiento económico, a partir de una función agregada de producción. Para la primera aproximación, el punto de partida son los modelos de un bien único, donde el único efecto posible del progreso técnico, dadas las cantidades de trabajo y capital, es permitir que se produzca más cantidad de bien. Como señala Salter:
"La característica común de todos los avances -se refiere a los tecnológicos- es que conducen a una nueva función de producción, que es superior a las predecesoras en el sentido que requiere menos de un o más factores productivos para producir una cantidad determinada de producto." (W.E.G. Salter (1969): Productivity and Technical Change, pàgina 21.)

Productivity and Technical Change , W.E.G. Salter( 1969)


En términos de una función de producción por trabajador la incorporación del progreso técnico significa un desplazamiento hacia arriba de la función de producción. Gráficamente se representa de la manera siguiente:


En la figura 4 la función de producción inicial se representa por la curva . Con la incorporación del progreso técnico, la curva se desplaza hacia una nueva posición, , de manera que por cada relación de capital-trabajo -excepto cuando es cero- se produce más output por trabajador que en la situación inicial. Aunque ésta es la representación más utilizada para el cambio técnico y la repercusión que tiene en la función de producción, algunos autores, como Atkinson y Stiglitz (1969), señalan que no hay razones para suponer que toda la curva se desplace hacia arriba como consecuencia de los efectos del progreso técnico. El argumento principal es que la función de producción por trabajador neoclásica representa un número elevado de diferentes procesos productivos, la representación de los cuales se aproxima a una curva continua. De esta manera el cambio técnico en algunos de los diferentes procesos de producción no afecta necesariamente otros procesos y, por tanto, el efecto del progreso tecnológico sería un desplazamiento parcial -como el que se representa en la figura 5- y no total de la función de producción por trabajador.


El análisis de los efectos del cambio tecnológico en los modelos de crecimiento económico implica la reformulación de la función de producción agregada, que toma una forma del tipo:


La ecuación (I) difiere de la función de producción agregada porqué incluye la variable tiempo, t. Esta variable indica que la producción obtenida por una combinación fija de capital y trabajo crece a medida que pasa el tiempo, de manera que es una representación sencilla del progreso técnico entendido en términos temporales.

Por lo tanto, la función de producción por trabajador tomará la forma siguiente:


Aunque las ecuaciones (I) y (II) constituyen las formas funcionales más generales de la función de producción agregada en presencia de progreso tecnológico, la literatura económica frecuentemente ha utilizado una formulación diferente. Según esta interpretación se dice que el progreso técnico aumenta la eficiencia de los factores. Así, el efecto del cambio técnico sobre la función de producción es el desplazamiento de esta curva, de manera que se produce más inclusive cuando el estock de capital y la fuerza de trabajo permanecen constantes. De hecho, el progreso técnico hace como si los factores de producción hubiesen aumentado. En esta formulación, la forma funcional de la función de producción agregada es la representada en la ecuación (X):


En la ecuación (X) la producción, Y, ya no es una función simple de las cantidades de trabajo y capital. El estock de capital K y la fuerza de trabajo L se multiplican por los factores A y B, que son función del tiempo. Normalmente las expresionesA(t)K y B(t)L hacen referencia al capital y al trabajo eficaces respectivamente. La idea es sencilla: si Â(t) , la tasa de variación de A, es positiva, entonces el estockde capital eficaz aumenta a través del tiempo, aunque el estock de capital disponible pueda haber permanecido constante. De la misma manera sucede con la fuerza de trabajo; si la variación de B(t) es positiva, la fuerza de trabajo eficaz aumenta, aunque la fuerza de trabajo disponible se mantenga constante. Concretamente esta forma de progreso que aumenta la eficiencia de los factores implica que, por ejemplo, diez hombres puedan hacer el mismo trabajo que antes hacían trece o bien que cinco máquinas hagan lo mismo que antes hacían seis. 
4.Conclusiones
A lo largo del artículo hemos visto como la teoría económica conceptualiza y representa el cambio técnico en el marco de una función de producción agregada que parte de cuatro hipótesis: productos marginales positivos, productividad marginal decreciente, rendimientos constantes a escala y carácter indispensable de factores productivos para la producción. Estas hipótesis determinan una forma funcional concreta de la producción agregada por trabajador, que parte del punto cero, es creciente y cóncava.

El punto de partida del análisis de la producción con cambio técnico es la definición de tecnología y la tasa de progreso que tiene. Según la literatura económica aceptada, la definición de tecnología que entronca con la visión clásica del desarrollo tecnológico tiene unas características intrínsecas que han determinado el análisis económico del cambio técnico. Efectivamente, los economistas entendemos la tecnología como un estock de conocimiento social relativo a las técnicas de producción de las actividades económicas. A medida que la actividad económica se ha terciarizado en una primera fase, y se ha hecho más intangible en una segunda fase, la definición misma de tecnología nos ha limitado a la hora de explicar el papel que tiene con relación al crecimiento económico. La visión inicial inspirada en la de Schumpeter del empresario innovador que tiene un conocimiento sobre las técnicas de producción y sobre las características del mercado de un output ha sido superada por la incorporación progresiva al valor añadido de las actividades de distribución, de los servicios no destinados a la venta, y, en la última fase de crecimiento, se ha caracterizado por las tecnologías de la información y la comunicación, por los problemas de valoración de este estock de conocimiento, con características intangibles.

Por lo tanto, parece evidente que el análisis clásico de la función de producción no acaba de interpretar correctamente la importancia del cambio técnico sobre el crecimiento económico. La incorporación del conocimiento -entendido como el output productivo de la información- como factor productivo de importancia creciente parece un camino correcto para mejorar el análisis del cambio técnico y la repercusión que tiene sobre el crecimiento económico. Sin embargo, la incorporación del conocimiento como factor productivo se debe entroncar con las hipótesis de la función de producción, en especial cabe mencionar que el estudio de los rendimientos decrecientes se antoja como el principal elemento que se debe determinar en este contexto nuevo. Un primer punto de partida, considerando la existencia de productividad marginal decreciente de conocimiento, nos permitiría replicar el análisis de la función de producción agregada con tres inputs que satisfacen las hipótesis fundamentales, aunque queda mucho camino por recorrer en cuanto a la evidencia empírica. 

Bibliografía :
Atkinson, A.B. ; Stiglitz, J.E. (1969). "A new View of Technological Change". A:Economic Journal, pàg. 573-578.
Jones, H. (1975). Introducción a las teorías modernas del crecimiento económico. Barcelona: Antoni Bosch editor.
Mansfield, E.; Mansfield, E. (1968). The Economics of Technological Change. Nova York: Norton.
Nordhaus, W.D. (1969). Invention, Growth and Welfare: A Theoretical Treatment of Technological Change. Cambridge, Massachussets: MIT Press.
OCDE (1996). Technologie, productivité et création d'emplois. (vol. 2). Rapport analytique.
Salter, W.E.G. (1969). Productivity and Technical Change. Cambridge University Press. [Traducción castellana: Productividad y cambio técnico. Madrid: Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.]
Schmookler, J. (1966). Invention and Economic Growth. Cambridge, Massachussets: Harvard University Press.
Schumpeter, J.A. (1952). Capitalism, Socialism and Democracy. Londres: Allen and Unwin. [Traducción catalana: Capitalisme, socialisme i democràcia (2 volums) Barcelona: Edicions 62.]
Solow, R.M. (1956). "Technical Change and the Aggregate Production Function". A:The Review of Economics and Statistics.


Enlaces relacionados:
National Bureau of Economic Research:
http://www.nber.com
Prestigioso instituto de investigación económica de los EEUU, que analiza los aspectos conceptuales y empíricos de la producción económica y el cambio técnico.
Organisation for economic co-operation and development:
http://www.oecd.org
La OCDE se preocupa especialmente por el análisis del cambio técnico sobre el crecimiento económico y la distribución de la renta.
Fundación Monetaria Internacional:
http://www.imf.org
El FMI incorporó al World Economic Outlook del otoño pasado un epígrafe sobre la sociedad de la información.
Asociación Española de Empresas de Tecnologías de la Información:
http://www.sedisi.es
La patronal española de TIC ha definido los indicadores clave sobre la nueva economía.
[ Fecha de publicación : abril de 2001]


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