Cuatro años con la comunidad de educadores científicos
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Gerardo Mora. Comunidad de Educadores para la Cultura Científica.
En una encuesta reciente (2011) resulta que la mayoría de los mexicanos confían más en la magia y la suerte que en la ciencia. Esto se explica por factores sociales como la pobreza, culturales como el predominio de la televisión como entretenimiento público, y educativos por la baja escolaridad y las condiciones de las escuelas públicas. Pero también porque la educación científica no ha sido una política pública nacional.
En este contexto, mi participación en la Comunidad IBERCIENCIA ha sido fructífera. Como formador de profesores para alumnos de educación básica en la asignatura de Historia, esta membresía pudiera parecer complementaria a la pedagogía y los contenidos humanísticos. Pero no fue así. Y esto resulta importante para la formación y práctica docente con niños y adolescentes iberoamericanos.
Es ya reconocido que la enseñanza de la ciencia debe ser funcional e incluir las creencias y actitudes, no sólo la información y algunos procedimientos. En México esto no se logra en los programas de estudio, la didáctica y los materiales educativos. Pero esta brecha se podrá superar con la experiencia de la Comunidad IBERCIENCIA. Ya muchos mexicanos la hemos aprovechado y con el apoyo gubernamental a la misma sus beneficios pueden generalizarse.
En mi caso, he reportado la utilización de los materiales de la Comunidad en la enseñanza de la Historia tanto para los estudiantes de profesorado como con los alumnos adolescentes. Han resultado interesantes y dado un nuevo enfoque al estudio del pasado, centrado en la transmisión de narrativas incuestionables. En este sentido, la ciencia debiera incluirse en el currículo de la Historia.
Más aún, la ciencia es necesaria en la práctica docente para superar los problemas que enfrenta y las rutinas que la atrofian.
En el conocimiento de los adolescentes y su conducta escolar, la metodología científica nos ha permitido establecer estrategias de gestión grupal con eficiencia práctica. Asimismo, la investigación ha comprobado la eficacia de estrategias didácticas que hemos incluido en la formación de profesores. Con todo esto, hemos desarrollado talleres de capacitación para profesores de todas las asignaturas.
Y, lo más notable, hemos diseñado una innovación didáctica que denominamos “Modelo de Educación Histórica” que concibe a la Historia como una ciencia que requiere la comprobación. Sus postulados y resultados los hemos publicado en revistas arbitradas en México, España y Brasil.
Nuestros logros han sido realizados como miembros de IBERCIENCIA, por lo que agradecemos a sus animadores, patrocinadores y compañeros. ¡Feliz aniversario!
